martes, 25 de diciembre de 2012

MEMORIA


INTRODUCCIÓN

Básicamente, la memoria humana es un conjunto de mecanismos y cambios, tanto a nivel molecular como anatómico, que involucran a diferentes estructuras del sistema nervioso junto a circuitos de neuronas que son capaces de almacenar la información que captan dependiendo del tipo de información y también del tiempo que se va a almacenar.

TIPOS DE MEMORIA SEGÚN EL TIPO DE INFORMACIÓN


El aprendizaje y la memoria son modificaciones en los circuitos neuronales según la información que reciben del entorno. Visto de esta forma cabe pensar que la cantidad de información tan variable que recibimos se agrupa, procesa y almacena en un orden lógico que construye estas redes de neuronas con una jerarquía o una clasificación y que, por lo tanto, cada tipo de información tenga un lugar diferente dentro del sistema global que conocemos como memoria.

Memoria declarativa y no declarativa:

La memoria y el aprendizaje han sido estudiados ampliamente, y han sido clasificados en dos grupos: Memoria declarativa (explícita) y memoria no declarativa (implícita).

Memoria declarativa es aquella que corresponde a hechos y acontecimientos, es la que denominamos “memoria” cuando  lo decimos en el dia a dia.

Memoria no declarativa, no obstante, es aquella que almacena la información de habilidades, hábitos y comportamientos.

Para explicarlo de otro modo, en la situación de aprender a montar en bici, por ejemplo, la memoria no declarativa se correspondería con la información que utilizas cada vez que montas desde ese momento (como mantener el equilibrio, como pedalear, como mover el manillar …)
mientras que la parte declarativa de la memoria sería el recuerdo de qué día fue, como paso, de que color era la bicicleta... (hechos y acontecimientos).

Con este ejemplo se puede también apreciar que la memoria declarativa es fácil de formar pero igual de facil de olvidar, mientras que la memoria no declarativa requiere una repetición y práctica durante mucho tiempo para elaborarla, y es mucho más difícil de olvidar, de ahí que montar en bici solo se aprende una vez y ya no se olvida.

TIPOS DE MEMORIA EN FUNCIÓN DEL TIEMPO


La memoria puede categorizarse con el tiempo durante el cual es eficaz. A pesar de que los psicólogos y neurobiólogos siguen discutiendo en los detalles, por lo general se aceptan tres clases temporales de memoria.
 - Memoria a corto plazo o inmediata (MCP): se define como la memoria con capacidad habitual para mantener en la mente experiencias durante unos pocos segundos o minutos. La capacidad de la memoria inmediata es muy grande y cada modalidad sensitiva (verbal, táctil, visual, olfativa…) parece tener su propio registro en la memoria. Este tipo de memoria es limitada y requiere de una repetición de la información para su adecuado entendimiento. Este tipo de memoria viene representada por el recuerdo de las 7 a 10 cifras que forman un número de teléfono durante unos pocos segundos o minutos en un momento dado. Sin embargo si alguien interrumpe sus pensamientos mientras trata de retener el número de teléfono en su memoria a corto plazo, probablemente lo olvidará pero, en algún momento puede que lo recuerde debido a que ha sido almacenado en la memoria a largo plazo.

 - Memoria a medio plazo o de trabajo (MMP): se define como la capacidad para mantener en la mente la información durante segundos o minutos una vez ha pasado el momento presente, aunque incluso se pueden considerar hasta semanas. En los últimos años se ha ampliado el concepto de memoria a corto plazo con el de memoria a medio plazo o de trabajo. Esta memoria es un término más general para el almacenamiento temporal de la información, que permite la posibilidad de que se conserven varios tipos de información. [Desde una perspectiva neurocientífica, una característica clave de esta memoria que la distingue de la memoria a corto plazo es que en el cerebro pueden existir múltiples lugares donde tiene lugar el almacenamiento temporal, más que un sistema individual de memoria a corto plazo. Esto implica que podríamos no ser conscientes de toda la información conservada en la memoria a medio plazo, en las diferentes partes del cerebro] Un ejemplo cotidiano de esta memoria es buscar un objeto perdido, la memoria de trabajo permite proseguir eficazmente la búsqueda y evitar los lugares que ya se inspeccionaron. Una forma convencional de evaluar la integridad de la memoria de trabajo junto a la cama del paciente es presentar una serie de números ordenados de manera aleatoria que el paciente debe repetir, sorprendentemente la “capacidad de números” normales que el sujeto repite es de 7 o 9. En la memoria a medio plazo los recuerdos a la larga desaparecerán no ser que se hayan activado suficientes huellas de memoria para hacerse más permanentes, en este momento se les clasificarán como recuerdos a largo plazo.
  - Memoria a largo plazo (MLP): se define como la memoria que implica la retención de la información en una forma más permanente de almacenamiento durante días semanas, o incluso toda la vida. Esta memoria tiene una capacidad mucho mayor que las otra dos y no requiere de una repetición continuada. También se ha de tener en cuenta que no existe una delimitación evidente entre los otros dos tipos de memoria y la memoria a largo plazo. Esta distinción es solo de grado. Sin embrago, se piensa que la MLP depende de unos cambios estructurales reales que han sucedido en la sinapsis, en vez de unos cambios solamente químicos, que potencien o supriman la conducción de las señales

El proceso de almacenamiento de la nueva información en la memoria a largo plazo se denomina consolidación. Este proceso tarda de 5 a 10 minutos en producir una consolidación mínima y una hora o más para una consolidación profunda. Por ejemplo, si el cerebro recibe una impresión sensitiva fuerte, pero a continuación va seguida en un plazo aproximado de un minuto una convulsión cerebral inducida por medios eléctricos, la experiencia sensitiva no se recordará. Análogamente, una conmoción cerebral, la aplicación al individuo de una anestesia profundo o general o cualquier otro efecto que produzca un bloqueo pasajero en el funcionamiento con dinamismo del encéfalo, pueden impedir la consolidación. Las pruebas de transferencia continúa de información desde una memoria de trabajo hasta la  memoria a largo plazo se aprecia en el fenómeno de la imprimación. Por ejemplo, si a un sujeto le presentamos una lista de palabras donde tiene que identificar palabras que sean extrañas al experimento, como con verbos adjetivos, sustantivos… y al día siguiente le mandamos que  complete fragmentos de  palabras que solo poseen unas silabas, las palabras que contengan sílabas iguales a palabras del día anterior de la lista serán completadas con mayor rapidez y en primer lugar. Aunque no tiene memoria específica de las palabras que se vieron inicialmente, el individuo completa las letras para formar las palabras a una velocidad mayor de lo esperado por azar. Con la imprimación se demuestra que la información presentada antes es influyente, aun cuando se encuentren inconscientes por completo de su efecto sobre el comportamiento anterior.

FORMACIÓN DE LA MEMORIA

Una de las funciones del cuerpo calloso y de la comisura anterior consiste en poner la información almacenada en la corteza de un hemisferio a disposición de las áreas corticales correspondientes del hemisferio opuesto.
Los recuerdos se almacenan en el cerebro por una serie de cambios sinápticos en un circuito neuronal . Las vías nuevas o facilitadas se llaman huellas de memoria. Son importantes porque una vez quedan establecidas es posible activarlas de forma selectiva por los pensamientos de la mente para reproducir los recuerdos. Hasta los reflejos medulares varían al menos un poco como respuesta a la activación repetida de la medula, y estos cambios reflejos forman parte del proceso de la memoria. La mayor parte de los recuerdos que asociamos a los mecanismos intelectuales se basan en las huellas de memoria de la corteza cerebral.
Aunque muchas veces pensemos en la memoria como una recuperación positiva de los pensamientos o las experiencias previas, probablemente su mayor ingrediente sean los recuerdos negativos y no los positivos. Por suerte el cerebro tiene la capacidad de aprender a ignorar aquella información irrelevante, esto sucede por la inhibición de las vías sinápticas encargadas de su transmisión: el efecto resultante se llama habituación y se trata de un tipo de memoria negativo. Por el contrario, frente a la información recibida que genera consecuencias importantes como dolor o placer, el cerebro posee una capacidad automática diferente para potenciar y almacenar las huellas de memoria. Es la memoria positiva, que obedece a la facilitación de las vías sinápticas, y este proceso se denomina sensibilización de la memoria.

Consolidación de la memoria:

La repetición potencia la transferencia desde la memoria a corto plazo hasta la memoria a largo plazo: el cerebro posee una tendencia natural a repetir la información recién recibida, especialmente si capta la atención de la mente. Por tanto, al cabo de un plazo de tiempo, los rasgos esenciales de las experiencias sensitivas van quedando cada vez más fijos en los almacenes de la memoria. Esto explica porque una persona es capaz de recordar pequeños fragmentos de información estudiados en profundidad mucho mejor que grandes cantidades estudiadas de un modo tan superficial. También justifica porque una persona que esté plenamente despierta puede consolidar sus recuerdos mucho mejor que otra que se encuentre en estado de cansancio mental.

AMNESIA Y OLVIDO

El déficit de recuerdo se denomina amnesia y se observa con frecuencia en pacientes que han experimentado un traumatismo craneal. Si la amnesia corresponde a los acontecimientos antes del traumatismo, se conoce como amnesia retrógrada; si corresponde a los acontecimientos después del traumatismo, se conoce como amnesia anterógrada. La amnesia total o global transitoria es excepcional y en general es de corta duración (dura un periodo de minutos a días), de modo que la amnesia que sigue a un traumatismo craneal gradualmente desaparece y el periodo de amnesia se limita al tiempo inmediato al accidente.

En los seres humanos, la región del hipocampo del sistema límbico parece ser una estructura importante tanto en el aprendizaje como en la memoria. Por ejemplo, los pacientes en los que se destruyó parte del hipocampo para aliviar cierto tipo de epilepsia (trastorno cerebral en el cual una persona tiene crisis epilépticas, convulsiones, durante un tiempo; estas son episodios de alteración de la actividad cerebral que producen cambios en la atención o el comportamiento) también tuvieron problemas para recordar nueva información. Cuando recibieron una lista de palabras para repetir, pudieron recordar las palabras mientras su atención se mantenía enfocada a la tarea, pero si se los distraía, la memoria de las palabras desaparecía y tenían que aprender la lista nuevamente. La información almacenada en la memoria a largo plazo antes de la operación no se afectó. Esta incapacidad para recordar la información recientemente adquirida es un defecto conocido como amnesia anterógrada.
Los pacientes afectados con amnesia anterógrada son capaces de recuperar la mayoría de los recuerdos aprendidos con antelación pero con frecuencia ni siquiera logran aprender los nombres de la gente con la que están en contacto todos los días. No obstante, más o menos durante un momento consiguen recordar lo que acontece en el curso de sus actividades. Por tanto, conservan la capacidad de la memoria a corto plazo a lo largo de segundos o hasta un minuto o dos.
Si  es grave, una persona puede ser incapaz de aprender algo nuevo. En los casos más leves, el aprendizaje puede ser más lento y requerir mayor repetición de lo habitual.  

EJEMPLO:
Varón de 45 años tiene un traumatismo craneal a los 40:
→ A.anterógrada grave: no recordará nada desde los 40 hasta ahora.
 A.retrógrada grave: incapaz de recordar la mayoría de las cosas que ocurrieron antes de los 40.

La amnesia retrógrada es la incapacidad para recuperar los recuerdos del pasado. Más frecuentemente, la amnesia retrógrada sigue un patrón en el cual se olvidan los acontecimientos de los meses o años previos al traumatismo, pero la memoria es crecientemente buena para los recuerdos más antiguos.La razón para esta diferencia quizás estribe en que los recuerdos distantes se han repetido tantas veces que las huellas de memoria se encuentran profundamente engranadas, y los componentes de estos recuerdos se guardan en regiones extensas del encéfalo.

En algunas personas con lesiones del hipocampo, aparece un cierto grado de amnesia retrógrada además de la anterógrada. A este caso se le denomina amnesia global transitoria.
Este tipo de amnesia puede ser consecuencia de:
→ Isquemia cerebral breve: el suministro de sangre al cerebro disminuye temporalmente.
→ Oclusión del cráneo por traumatismo: accidente de tráfico o un golpe muy fuerte mientras se juega al fútbol.

ÁREAS DE ALMACENAMIENTO DE LA MEMORIA

La memoria humana es muy distinta de lo que podemos imaginar o de lo que podemos comparar con la memoria de un disco duro o cualquier sistema de almacenaje artificial, ya que no se encuentra ordenada y tampoco se conocen con exactitud los límites de las estructuras que participan en este proceso de  almacenamiento de memoria. Por tanto, la memoria humana podríamos decir que es un concepto abstracto ya que se encuentra difuminada por el encéfalo y en distintas estructuras en las que participan circuitos neuronales modulados por la experiencia.
Según el tipo de información, es decir, ya sea declarativa o no declarativa y, a largo plazo y o corto plazo, la memoria tiene distintos lugares y formas de almacenamiento.
Basándonos en diversas investigaciones, se llegó a la conclusión de que la memoria declarativa a largo plazo está almacenada en áreas de corteza cerebral específicas y especializadas (regiones de corteza dorsolateral y anterolateral) en el procesamiento de tipos particulares de información que proviene de las neuroimágenes de individuos que tienen recuerdos vívidos . Otras investigaciones, sugieren que el lóbulo temporal también participa ya que la incapacidad de los pacientes con lesiones en el lóbulo temporal para reconocer objetos, rostros o ambos sugiere que estos recuerdos se almacenan allí.
Los pacientes con daños en estas áreas a menudo no pueden recordar con exactitud los detalles de un recuerdo y a veces recurren a la imaginación para completar la información que los falta. El lóbulo temporal medial no es necesario para recuperar la información declarativa que se mantiene en la memoria a largo plazo, en otros estudios se sugirió que es estas estructuras pueden ser importantes para recuperar la memoria declarativa durante los primeros estadios de consolidación y almacenamiento en la corteza cerebral. También, participan en el almacenamiento de la memoria declarativa distintas zonas como el hipocampo (lóbulo temporal medial), la amígdala y los cuerpos mamilares, ya que tienen conexiones con distintas áreas de corteza. Por otro lado, según las investigaciones y algunos casos clínicos, su extirpación genera amnesia anterógrada profunda, limitando además la capacidad de aprendizaje del individuo.
La memoria no declarativa se deposita en sustrato anatómico diferente al de la memoria declarativa. Al parecer, la memoria no declarativa involucra a los ganglios basales, la corteza prefrontal, la amígdala, la corteza de asociación sensitiva y al cerebelo para su almacenaje a largo plazo. Además, se cree que la información no declarativa a corto plazo se almacena en lugares presumiblemente difusos del encéfalo y desconocidos. La imprimación perceptual (la influencia de la información estudiada previamente sobre el rendimiento ulterior, no disponible para el recuerdo consciente) depende fundamentalmente de la integridad de la corteza de asociación sensitiva. Por ejemplo, las lesiones de la corteza de asociación visual producen deterioros profundos en la imprimación visual pero dejan intacta la formación de la memoria declarativa. También a partir de datos de pacientes se ha establecido que los dos tipos de memoria se almacenan en diferentes áreas ya que puede haber amnesias de tipo declarativo sin que la memoria procedimental se altere.
Por tanto, sistemas encefálicos independientes gobiernan la formación y el almacenamiento de la memoria declarativa y no declarativa.
Una suposición razonable acerca del sistema de almacenamiento de la memoria nos lleva a pensar que se basa en  que cada recuerdo complejo se almacena en una red extensa de neuronas cuya actividad depende de las conexiones sinápticas moldeadas y modificadas por la experiencia.



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