INTRODUCCIÓN:
Los años fértiles de la mujer se caracterizan por variaciones rítmicas mensuales de la secreción de hormonas femeninas y por las correspondientes alteraciones físicas de los ovarios y otros órganos sexuales. Este patrón rítmico recibe el nombre de: CICLO MENSTRUAL FEMENINO. La duración de cada ciclo es de aproximadamente 28 días. El ciclo se divide en: ciclo ovárico (a su vez con tres fases: folicular, ovulación y luteínica) y en ciclo endometrial (con otras tres fases: menstrual, rpoliferativa y secretora
Los años fértiles de la mujer se caracterizan por variaciones rítmicas mensuales de la secreción de hormonas femeninas y por las correspondientes alteraciones físicas de los ovarios y otros órganos sexuales. Este patrón rítmico recibe el nombre de: CICLO MENSTRUAL FEMENINO. La duración de cada ciclo es de aproximadamente 28 días. El ciclo se divide en: ciclo ovárico (a su vez con tres fases: folicular, ovulación y luteínica) y en ciclo endometrial (con otras tres fases: menstrual, rpoliferativa y secretora
En el hipotálamo hay un grupo de neuronas que producen la neurohormona: Hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH), que estimula a las células gonadrotropas de la adenohipófisis y liberan la hormona foliculoestimulante (FSH) y hormona luteinizante (LH); las cuales modulan la producción de las hormonas ováricas. Constituyendo el conjunto el eje hipotálamo-hipófiso-ovárico. Las anteriores hormonas no se producen en cantidades constantes a lo largo del ciclo menstrual femenino, sino que su secreción es muy distinta en las diferentes fases del mismo y es cíclica.
Los ovarios son los órganos responsables tanto de la formación de gametos como de la síntesis de hormonal ováricas. En ellos se distinguen dos zonas: una zona central, la médula, donde recibe el ovario la irrigación y als terminaciones nerviosas; y una zona más externa, la corteza, donde se encuentran todos los ovocitos encapsulados por distintas capas de células de soporte, formando el conjunto un folículo. Como órgano secretor de hormonas, el ovario funciona tanto a nivel local (modulan el desarrollo y extrusión de los ovocitos) como a nivel más periférico (segregadas a la circulación actuando sobre diversos órganos efectores como útero o vagina).
A la edad de 9 a 12 años, la hipófisis comienza a secretar cada vez más FSH y LH, lo que culmina con la iniciación de los ciclos sexuales mensuales normales entre los 11 y los 15 años. Durante cada mes del ciclo menstrual se produce un aumento y una disminución cíclica de los niveles de FSH como de LH. Ambas hormonas estimulan a sus células efectoras en los ovarios, al unirse con receptores altamente específicos de las membranas de las mismas. Los receptores activados fomentan tanto el ritmo de secreción de hormonas por las células foliculares, como el crecimiento y proliferación de las mismas.
CICLO OVÁRICO:
Crecimiento del folículo ovárico: fase folicular del ciclo ovárico:
Nacemos con un número determinado de óvulos (1-2 millones) y al comenzar la pubertad sólo quedan unos 400.000, de los cuales entre la menarquia (primera menstruación) y la menopausia (última) se ovularán, como media, unos 500.
Crecimiento del folículo ovárico: fase folicular del ciclo ovárico:
Nacemos con un número determinado de óvulos (1-2 millones) y al comenzar la pubertad sólo quedan unos 400.000, de los cuales entre la menarquia (primera menstruación) y la menopausia (última) se ovularán, como media, unos 500.
Cada óvulo inicialmente está rodeado por
una única capa de células de la granulosa, formando el folículo primordial. Las
células de la granulosa nutren al óvulo y secretan un factor inhibidor de la
maduración del ovocito con el objetivo de mantenerlo en su estado primordial.
En la pubertad, en la adenohipófisis aumenta la secreción de FSH y LH provocando que algunos de los folículos ováricos primordiales comiencen su fase de crecimiento, iniciándose de esta forma la fase folicular del ciclo ovárico y, por tanto, el ciclo menstrual.
En la pubertad, en la adenohipófisis aumenta la secreción de FSH y LH provocando que algunos de los folículos ováricos primordiales comiencen su fase de crecimiento, iniciándose de esta forma la fase folicular del ciclo ovárico y, por tanto, el ciclo menstrual.
Al comienzo de cada ciclo menstrual
femenino, las concentraciones de FSH y LH secretadas en la adenohipófisis
experimentan un ligero aumento, siendo mayor el de FSH, lo cual induce el
inicio de la maduración de entre 20-25 folículos primordiales. Se produce un
moderado crecimiento del propio óvulo y el desarrollo de nuevas capas de la granulosa
formando los denominados folículos
primarios. Estos folículos continúan creciendo y las células granulosas
siguen suministrando nutrientes al ovocito. Las células fusiformes derivadas
del intersticio ovárico, se agrupan formando varias capas por fuera de las
células de la granulosa y con ello, constituyen una segunda masa de células
denominada teca, formándose así los folículos secundarios.
TODOS LOS ESTADIOS QUE SIGUEN DEPENDEN DEL CONTROL HORMONAL.
Posteriormente en esta fase folicular temprana, el crecimiento de los folículos, activados es muy rápido produciéndose unos folículos mucho más grandes conocidos como folículos vesiculares o secundarios. El líquido folicular se acumula en una zona central denominada antro, y está formado por mucopolisacaridos, proteínas plasmáticas, hormonas esteroideas (secreción directa de las células granulosas), etc. Las células granulosas siguen proliferando al igual que las células tecales, pero se empieza a distinguir la teca interna (formada por secretoras de estrógeno y progesterona) y a su alrededor la teca externa, cuyas células serán las que recubran el folículo en desarrollo.
En este periodo comienzan a involucrarse más en el desarrollo del folículo las gonadotropinas FSH y LH.
Por la acción de las gonadotropinas las células del folículo secundario comienzan a secretar hormonas. La LH actúa sobre las células de la granulosa en poca medida y principalemnte sobre las células de la teca, las cuales comienzan a sintetizar y segregar andrógenos y, en menor cantidad, estrógenos (el aumento de estrógenos hace que aumente el número de receptores para la LH). Los andrógenos pentran en las células de la granulosa, las cuales, activadas por FSH convierten los andrógenos en estrógenos, principalmente en estradiol. Por lo tanto, como resultado se obtiene un especial aumento de los niveles de estrógenos.
TODOS LOS ESTADIOS QUE SIGUEN DEPENDEN DEL CONTROL HORMONAL.
Posteriormente en esta fase folicular temprana, el crecimiento de los folículos, activados es muy rápido produciéndose unos folículos mucho más grandes conocidos como folículos vesiculares o secundarios. El líquido folicular se acumula en una zona central denominada antro, y está formado por mucopolisacaridos, proteínas plasmáticas, hormonas esteroideas (secreción directa de las células granulosas), etc. Las células granulosas siguen proliferando al igual que las células tecales, pero se empieza a distinguir la teca interna (formada por secretoras de estrógeno y progesterona) y a su alrededor la teca externa, cuyas células serán las que recubran el folículo en desarrollo.
En este periodo comienzan a involucrarse más en el desarrollo del folículo las gonadotropinas FSH y LH.
Por la acción de las gonadotropinas las células del folículo secundario comienzan a secretar hormonas. La LH actúa sobre las células de la granulosa en poca medida y principalemnte sobre las células de la teca, las cuales comienzan a sintetizar y segregar andrógenos y, en menor cantidad, estrógenos (el aumento de estrógenos hace que aumente el número de receptores para la LH). Los andrógenos pentran en las células de la granulosa, las cuales, activadas por FSH convierten los andrógenos en estrógenos, principalmente en estradiol. Por lo tanto, como resultado se obtiene un especial aumento de los niveles de estrógenos.
Además esta FSH aumenta la sensibilidad de
ambos tipos de células diana para la LH, incrementando el número de receptores
en dichas células.
Dos sucesos importantes en esta fase son: a)
con respecto a las células de la granulosa es que no sólo convierten los
andrógenos en estrógenos sino que además tienen receptores específicos para
éstos, cuyo efecto es la proliferación de más células de granulosa para así
poder realizar la conversión de andrógenos a estrógenos. Esto quiere decir que
en los últimos días de esta fase los niveles de estrógenos son muy elevados; b)
los estrógenos ejercen una retroalimentación negativa sobre la secreción
hipofisaria de LH y, principalmente, de FSH, obsérvese en la gráfica la
disminución
Finalmente la fase folicular tardía, uno de los folículos de Graaf, el que más receptores de FSH tiene, continúa creciendo mientras que los demás empiezan a involucionar (se vuelven atrésicos). Este folículo recibirá el nombre de folículo maduro. Las células granulosas aumentan la secreción de líquido astral, se produce una separación de las células granulosas y un aumento de la vascularización de la teca.
Para que el folículo maduro pueda llegar a la fase de ovulación debe pasar por la fase preovulatoria en la que se producen dos sucesos imprescindibles: las células de la granulosa deben adquirir más receptores para la LH, y los niveles de LH deben ascender mucho de forma rápida. Por lo tanto, todos los cambios que se producen durante esta fase dependen principalmente de la LH.
En el estadio preovulatorio la LH estimula las células de granulosa para que sinteticen progesterona. Así los niveles de progesterona comienzan a aumentar a la vez que los de estrógenos inician su disminución, lo cual produce una retroalimentación positiva en la producción de FSH, pero, sobre todo, de LH, aumentando mucho sus niveles y produciéndose el denominado pico preovulatorio de LH. Finalmente las células de la granulosa pierden sus receptores específicos para la FSH.
OVULACIÓN
La ovulación de la mujer, que tiene un ciclo menstrual promedio de 28 días, se produce 14 días después del comienzo de la menstruación del ciclo anterior.
Unos días antes de la ovulación, el ritmo de secreción de LH por la adenohipófisis sufre un notable aumento. La FSH también aumenta, aunque en menor cantidad, y las dos hormonas actúan de forma sinérgica para hacer que el folículo se hinche con rapidez. La LH tiene también el efecto específico de convertir a las células de la granulosa y de la teca en células secretoras, principalmente de progesterona.
En esta fase se produce la ruptura del folículo y la consiguiente liberación del ovocito. De esta manera, se produce la liberación del líquido folicular que fluye hasta la superficie del ovario y transporta el óvulo hasta las trompas de Falopio.
CUERPO LÚTEO O AMARILLO:
Una vez producida la liberación del óvulo, los restos del folículo forman el denominado cuerpo lúteo o amarillo. El cuerpo lúteo o amarillo se compone principalmente de células granulosas (80%), células tecales, capilares tecales y fibroblastos (20%).
La prolactina, secretada por la adenohipófisis, estimula la síntesis de progesterona en el cuerpo lúteo. Además posee un efecto de retroalimentación positiva sobre sí misma, de modo que ante la presencia de esta hormona se favorece su propia producción. En este periodo el cuerpo lúteo lleva a cabo una enorme regulación hormonal: se secretan grandes cantidades de progesterona (incluso más que en la fase folicular), hacia mitad de la fase se muestra un pico de estrógenos e inbinina pero, sobre todo, predomina la progesterona.
- Involución del cuerpo lúteo y comienzo del siguiente ciclo ovárico:
Los estrógenos y la progesterona, ambos secretados por el cuerpo lúteo durante la fase luteínica del ciclo ovárico, ejercen un poderoso efecto de retroalimentación negativa sobre la adenohipófisis para mantener bajos índices de secreción de FSH y LH.
La hormona inhibina inhibe la secreción de gonadotropinas por la adenohipófisis, especialmente de FSH. En consecuencia, las concentraciones sanguíneas de FSH y de LH descienden a valores muy bajos y la pérdida de estas hormonas hace que el cuerpo lúteo degenere por completo, un proceso denominado involución del cuerpo lúteo.
La involución final se produce 2 días antes del comienzo del sangrado. En este momento, la interrupción brusca de la secreción de estrógenos, de progesterona y de inhibina por el cuerpo lúteo elimina la inhibición por retroalimentación de la adenohipófisis, permitiendo que comience de nuevo la secreción de cantidades crecientes de FSH y LH. Ambas hormonas inician el crecimiento de nuevos folículos, para comenzar un nuevo ciclo ovárico.
En caso de que exista fertilización del
óvulo, el cuerpo lúteo suministrará esteroides gonadales y ayudará al
mantenimiento del cigoto hasta que la placenta asuma dicha función.
CICLO ENDOMETRIAL MENSUAL:
Este ciclo se encuentra coordinado con el
ciclo ovárico.
- FASE
PROLIFERATIVA DEL CICLO ENDOMETRIAL:
Al comienzo de cada ciclo menstrual, la mayor parte del endometrio se descama con la menstruación. Sólo persiste una fina capa de estroma endometrial y las únicas células epiteliales presentes son las localizadas en las porciones profundas de las glándulas y del endometrio.
Bajo la influencia de los estrógenos, las células del estroma y las células epiteliales proliferan con rapidez.
Durante la semana y media siguiente aproximadamente, es decir, antes de que se produzca la ovulación, el endometrio aumenta mucho de espesor, debido al creciente número de células del estroma y al crecimiento progresivo de las células endometriales y de nuevos vasos sanguíneos en el interior del endometrio.
- FASE SECRETORA DEL CICLO ENDOMETRIAL:
Las glándulas
endometriales secretan un moco poco denso, filante. Los filamentos de moco se
alinean a lo largo del endocérvix, formando canales que ayudan a guiar a los
espermatozoides en la dirección adecuada, desde la vagina hacia el interior del
útero.
Una vez producida la ovulación, el cuerpo lúteo secreta grandes cantidades de progesterona y estrógeno. Los estrógenos producen una ligera proliferación adicional del endometrio en esta fase del ciclo, mientras la progesterona provoca una notable tumefacción y el desarrollo secretor del endometrio. Como consecuencia se produce una nueva menstruación.
En caso de que el pico preovulatorio de la LH no alcance el nivel necesario no se producirá ovulación. Llamamos a esto ciclo anovulatorio. En el cual no habrá desarrollo del cuerpo lúteo y por tanto no hay secreción de progesterona.
Una vez producida la ovulación, el cuerpo lúteo secreta grandes cantidades de progesterona y estrógeno. Los estrógenos producen una ligera proliferación adicional del endometrio en esta fase del ciclo, mientras la progesterona provoca una notable tumefacción y el desarrollo secretor del endometrio. Como consecuencia se produce una nueva menstruación.
En caso de que el pico preovulatorio de la LH no alcance el nivel necesario no se producirá ovulación. Llamamos a esto ciclo anovulatorio. En el cual no habrá desarrollo del cuerpo lúteo y por tanto no hay secreción de progesterona.
BIBLIOGRAFÍA
EMPLEADA:
-Berne
y Levy. Fisiología
-Guyton
y Hall. Fisiología
-Pocock
y Richards. Fisiología Humana. La base de la medicina
Águeda...esto son tus apuntes?? o_O
ResponderEliminarVoy a tener que seguir con más atención el blog :D
jajaja estos son los trabajos que me mandan los miembros del grupo, asi que sí, te recomiendo que estés atento porque van a subirse todos aquí ;)
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