LATERALIZACIÓN DE FUNCIONES Y HEMISFERIO DOMINANTE
El cerebro humano consta de dos hemisferios bien diferenciados, y anatómicamente diferentes. Estas diferencias son apenas sutiles, pero a nivel funcional ambos hemisferios están especializados en diferentes funciones. En esto se basa el concepto de lateralización de funciones.
El hemisferio dominante del 95% de la población es el izquierdo, y el porcentaje restante posee ambos hemisferios con igualdad en el desarrollo y ejecución de las funciones superiores. Se puede dar el caso en el que el hemisferio dominante sea el derecho, aunque es una posibilidad remota y casi siempre justificada patológicamente.
En los seres humanos, el lenguaje participa de esta lateralización: en la mayoría de las personas los centros para la capacidad del lenguaje se encuentran en el hemisferio izquierdo. Por lo tanto, podríamos decir que el hemisferio dominante del lenguaje en el ser humano es el izquierdo. No obstante, no debemos caer en el error de pensar que el hemisferio derecho no participa en el lenguaje, puesto que sí que lo hace, pero su relevancia es menor.
Para comprender la importancia del hemisferio dominante en el lenguaje, debemos hablar de dos áreas que se encuentran en este hemisferio y son especialmente importantes: las áreas de Wernicke y de Broca, de las que hablaremos en profundidad más adelante.
Las funciones interpretativas generales del área de Wernicke, así como las funciones que cumplen las áreas del lenguaje y de control motor, suelen estar mucho más desarrolladas en el hemisferio izquierdo que en el derecho. Ya desde el parto, la superficie cortical que con el tiempo acabara convirtiéndose en el área de Wernicke llega a ser un 50% mayor en el hemisferio izquierdo en más de la mitad de los recién nacidos sanos. Que esta zona sea desde niños sea más grande en el hemisferio izquierdo que en el contrario es importante porque, al ser más grande, comienza a usarse en mayor proporción y al final acaba por desarrollarse más que el derecho; esto explica por qué termina convirtiéndose en dominante el hemisferio izquierdo. Si por alguna razón esta área queda dañada o anulada muy al principio de la infancia, el lado opuesto del cerebro normalmente adquiriría la posición dominante.
El área premotora del lenguaje o área de Broca también es dominanteen el hemisferio izquierdo. Asimismo, las áreas motoras encargadas de controlar las manos son dominantes en el lado izquierdo del cerebro aproximadamente en 9 de cada 10 personas, lo que se traduce en que la mayoría de la gente sea diestra.
Aunque las áreas interpretativas del lóbulo temporal y de la circunvolución angular (al igual que muchas de las áreas motoras) suelen estar más desarrolladas en el hemisferio izquierdo, reciben información sensitiva de ambos hemisferios y también son capaces de controlar las actividades motoras en los dos. Para ello, recurren a las vías de fibras que atraviesan el cuerpo calloso, que comunica ambos hemisferios y los configura como un “todo”. Si a alguien le cortaran el cuerpo calloso, cada hemisferio trabajaría independientemente, es decir, funcionaría como un cerebro independiente mucho más rudimentario y especializado en una función determinada, de manera que las funciones predominantes en el hemisferio izquierdo no se realizarían en el derecho y viceversa. Por lo tanto, el cuerpo calloso es necesario para la comunicación y cooperación de ambos hemisferios, así como para evitar la interferencia entre los dos lados del cerebro.
Ahora vamos a explicar las funciones de cada hemisferio, tanto las que se relacionan con el lenguaje como las que no.
H. Izquierdo
El hemisferio izquierdo es el dominante en la mayoría de los individuos.
En cuanto al lenguaje, está relacionada con la parte verbal.
En él se encuentran dos estructuras que están muy relacionadas con la capacidad lingüística del hombre: el área de Broca y área de Wernicke, que son áreas especializadas en el lenguaje y exclusivas del ser humano. Lesión en este hemisferio = afasia.
Además de la función verbal, el hemisferio izquierdo tiene otras funciones como capacidad de análisis, capacidad de hacer razonamientos lógicos, abstracciones, resolver problemas numéricos, aprender información teórica, hacer deducciones...
H. Derecho
La parte derecha está relacionada con la expresión no verbal.
Aunque no sea tan relevante como el izquierdo, posee un papel importante en el lenguaje puesto que modula la prosodia del habla. Lesión en este hemisferio = aprosodia.
Además, en él se ubican la percepción u orientación espacial, la conducta emocional (facultad para expresar y captar emociones), la capacidad para controlar los aspectos no verbales de la comunicación, intuición, capacidades artísticas, reconocimiento y recuerdo de caras, voces y melodías.
El hemisferio derecho piensa y recuerda en imágenes. Es por esto que las personas en las que su hemisferio dominante es el derecho estudian, piensan, recuerdan y aprenden en imágenes, como si se tratara de una película sin sonido. Estas personas son muy creativas y tienen muy desarrollada la imaginación.
ÁREAS DE BROCA Y WERNICKE
Como ya hemos introducido antes, dentro del cerebro existen unas áreas que controlan ciertos importantes aspectos del lenguaje, que son las áreas de Broca y Wernicke. Dichas áreas fueron descritas por Paul Broca y Carl Wernicke, y para ello llevaron a cabo estudios con pacientes afásicos. Estos estudios demostraron, además de la dominancia del hemisferio izquierdo, que la lesión de dos áreas concretas se asociaban a un déficit del lenguaje importante: estas áreas corticales con las áreas de Broca y Wernicke.
Así, se postuló que:
· El área de Broca se localiza en la corteza prefrontal lateral posterior y en parte en el área premotora, adyacente a la región de la corteza motora que controla los movimientos de expresión facial, la articulación y la fonación. Se ocupa de los aspectos relacionantes del lenguaje (gramática, sintaxis, etc), así como de la producción oral.
· El área de Wernicke se encuentra en el lóbulo temporal posterosuperior próxima a la corteza auditiva primaria. Es la principal área de comprensión del lenguaje, tanto oral como escrito.
Estas dos áreas están unidas por una vía bidireccional, el fascículo longitudinal o arqueado. Hoy en día se sabe que estas regiones forman parte de una compleja red de áreas que contribuyen globalmente al procesamiento normal del lenguaje.
Cabe destacar que estas áreas controlan todo tipo de lenguaje, no sólo el hablado, sino también el escrito y el lenguaje de signos, así como su interpretación.
MODELO DEL LENGUAJE DE WERNICKE-GESCHWIND
Una vez fueron descubiertas estas áreas y su función en el lenguaje, Norman Geschwind propuso el modelo del lenguaje de Wernicke-Geschwind a mediados del siglo XX. Sus elementos clave del lenguaje eran el área de Broca, el área de Wernicke y el fascículo arqueado.
Según este modelo, cuando un sujeto repetía palabras habladas, los sonidos llegaban a su oído, donde el sistema auditivo procesaba los sonidos y enviaba las señales nerviosas a la corteza auditiva. Al llegar al área de Wernicke, los sonidos eran procesados y las palabras se hacían inteligibles. Esta información de las palabras iba al área de Broca a través del fascículo arqueado, donde las palabras se convierten en órdenes musculares que eran enviadas a la boca, laringe, lengua, etc para que el sujeto hablara.
Asimismo, cuando un sujeto repetía palabras leídas, la información se procesaba en el sistema visual a través de la corteza estriada y las áreas visuales corticales de nivel superior, desde donde pasaba a la circunvolución angular. Aquí se producía una transformación, de forma que la salida de información al área de Wernicke era similar a cuando las palabras eran habladas. A partir de ahí, el recorrido era el mismo que el anterior. El lenguaje de signos también sigue este proceso, de modo que en vez de leer palabras, ven gestos o signos que son procesados en la corteza visual y tras llegar al área de Wernicke son interpretados.
Este modelo ha quedado obsoleto debido a los grandes avances realizados en los estudios del lenguaje, que han demostrado que en el lenguaje participan muchas más áreas además de las citadas anteriormente.
MODELO ACTUAL
A día de hoy, existe una clasificación más moderna que incluye áreas diferentes a las básicas citadas hasta ahora. El contexto actual sugiere 3 grandes sistemas funcionales:
1. Sistema de ejecución del lenguaje: incluye las áreas de Broca y Wernicke, áreas seleccionadas de la corteza de la ínsula y los ganglios basales. Este sistema se ocupa del análisis de las señales auditivas de entrada, de manera que se activa el conocimiento conceptual al tiempo que se asegura la construcción de los fonemas y la gramática.
2. Sistema de mediación: está formado por numerosas regiones separadas en las cortezas asociativas temporales, parietales y frontales. Hace de intermediario entre el sistema de ejecución y el sistema conceptual.
3. Sistema conceptual: formado por un conjunto de regiones distribuidas entre el resto de cortezas asociativas superiores. Se ocupa del conocimiento conceptual.
AFASIAS
La afasia es la pérdida parcial o completa de las habilidades del lenguaje, a menudo sin la pérdida de las facultades cognitivas o la capacidad para mover los músculos utilizados en el habla.
Las afasias se producen por una lesión en el hemisferio izquierdo, en un área relacionada con el lenguaje. Hay muchos tipos de afasia en clínica, pero las más comunes son aquellas en las que las áreas dañadas son el área de Wernicke, el área de Broca y el fascículo longitudinal. Puesto que son las más importantes, son las que procedemos a explicar a continuación:
- Afasia de Broca o motora: el área dañada es el de Broca y se caracteriza principalmente por la pérdida de la capacidad para producir eficientemente el lenguaje. En la afasia de Broca el habla del paciente es ardua y lenta, faltando la entonación melódica del habla normal. No obstante, los pacientes tienen todavía un notable éxito en la comunicación verbal, incluso cuando sus palabras son difíciles de comprender, ya que la selección de las palabras a menudo es correcta, a excepción de los verbos y sustantivos. En general, los pacientes con afasia de Broca parecen incapaces de expresarse con normalidad, a pesar de que comprenden las palabras y las frases que oyen.
- Afasia de Wernicke o sensitiva: el área dañada es el de Wernicke y se caracteriza principalmente por la dificultad para comprender el lenguaje. Los pacientes con afasia de Wernicke a menudo desplazan los sonidos, de manera que se distorsiona el planteamiento fonémico previsto. En conclusión, los afectados por la afasia de Wernicke son capaces de hablar y pronunciar con normalidad, pero las cosas que dicen no tienen sentido porque su problema reside en su compresión oral y no entienden lo que se les dice o pregunta.
- Afasia de conducción: el área dañada es el fascículo longitudinal o arqueado y se caracteriza por la incapacidad de unir coherentemente los elementos de una oración o palabra. La lesión destruye las proyecciones de acción anterógrada y de retroacción que interconectan la corteza temporal, parietal, insular y frontal; este sistema de conexión parece formar parte de la red que se necesita para unir los fonemas en palabras y coordinar la articulación del habla. En consecuencia, las personas afectadas por este tipo de afasia tienen la capacidad para comprender frases sencillas y tienen un habla inteligible, pero no pueden repetir las frases de manera literal, unir fonemas de manera eficaz ni pueden nombrar con facilidad imágenes y objetos.
APROSODIAS
El término aprosodia se refiere a un trastorno neurológico caracterizado por la incapacidad de una persona para transmitir o interpretar correctamente la prosodia (ritmo, tono, acento, entonación, etc.). Se asocia con lesiones en el hemisferio derecho en las regiones corticales que corresponden a las áreas de Broca y Wernicke.
El efecto más evidente de estas lesiones es la ausencia de los componentes emocionales y tonales normales del lenguaje (denominados elementos prosódicos) que imparten significado adicional a la comunicación verbal e incluso se utilizan para modificar el significado literal de la palabra emitida. Las variaciones del énfasis melódico y de la entonación influyen en el significado y el efecto del lenguaje hablado. Por ejemplo decir “eres inteligente” en tono afirmativo y decir “¿eres inteligente?“en tono interrogativo transmiten mensajes diferentes debido a su diferente entonación aunque se trate de las mismas palabras.
Los pacientes con aprosodia carecen de esta habilidad de darle diferentes significados a las mismas palabras según la entonación que se utilice.
La lesión de las regiones perisilvanas del hemisferio derecho puede interferir en la prosodia del habla y causar síndromes de aprosodia. Si la lesión se produce en la zona del hemisferio derecho que corresponde al área de Wernicke produce un mayor trastorno de la decodificación de la prosodia del habla, es decir, que el afectado no entiende el contexto del mensaje y no puede expresarlo en un sentido coherente. Si se produce en la zona correspondiente a la zona de Broca generan un mayor cambio en la capacidad para introducir en el habla una prosodia adecuada al significado. Este último déficit es la forma más frecuente de aprosodia que se detecta en la parte clínica: el afectado produce un lenguaje gramaticalmente correcto, con una elección adecuada de las palabras, pero las frases se emiten con una entonación monótona y por lo tanto este tipo de pacientes dan la impresión equívoca de estar deprimidos o indiferentes.
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